
ustedes son todo para mi, los dos capullos que percibo desde que la memoria retorna sobre mi cabeza, son quienes me acompañan y me sostienen en la continua búsqueda de abrirse al mundo porque nacimos juntos, tratamos de florecer, porque me estimulan y apacionan con el dulce sabor del brillar de la estrella mas grande, lo que me hace ser feliz.
capullos yo también los acompaño.
aunque esto, quizás, nos oculte el pleno conocimiento de la naturaleza misma de la que estamos rodeada, e inconcientemente, con deseo o repulsión, es la madre que da su seno al niño. es la pequeña porción que nosotros alcanzamos a conocer, siempre juntos, porque nos une una misma raiz, un vínculo que desdibuja todo lo establecido, con él ingenuamente, sentimos que llegamos a la estrella.
hasta que un bicho humano nos pode de nuestro inicio, alli comprenderemos que solo el hoy vivimos, asique hermanos capullos gocemos plenamente de nuestra finita porción explorada del infinito de la proyección de la luz.
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